guillermo llacay: 2012

miércoles, 21 de noviembre de 2012

fragmentos de cielo/ muestra individual 2012/ elsi del río arte contemporáneo en sirop/ ciudad de Buenos Aires.

caloidoscopio/ acrílico y vinilo de corte sobre tela/ 2012

como caídos del cielo/ acrílico sobre MDF/ 2012.

cielo emergete/ acrélico sobre MDF/ 2012.

fragmentos de atardecer/ acrílico sobre MDF/ 2012.
fragmentos de cielo/ acrrílico sobre MDF/ 2012.

fragmentos en eclipse/ acrílico sobre tela/ 2012.
tres geometrias dos/ acrílico sobre tela/ 2012.
imaginando futuro/ técnica mixta sobre MDF/ 2012

tres geometrías/ acrílico sobre MDF/ 2012.

germinal/ acrílico y vinilo de corte sobre MDF/ 2012.

dos geometrías sbre cielo rojo/ acrílico y vinilo de corte sobre MDF/ 2012.

en cielo y tierra/ acrílico y vinilo de corte sobre MDF/ 2012.
la forma y el dibujo/ acrílico y vinilo de corte sobre MDF/ 2012.

Fragmentos de Cielo. Guillermo Llacay.

Planos que se desdoblan en el espacio irreal y concreto. Abstracción que es a la vez dura, suprematista y también es intangible como una ilusión. Cielos que no existen y objetos inventados: pretextos sobre una tela.

En la serie anterior la silla fue la excusa, el objeto naturalizado, el instinto. Ella, vacía, se apoderó de cada imagen, de cada cuadro, devino en concepto y por lo tanto en contenido implícito. Recuerdos, creación y obsesión. Ahora aquella silla se desdobla y se vuelve plano. Se desarma y vuela, pierda materialidad, muta, se colorea.

Los rótulos en el arte se desvanecieron cuando una rueda de bicicleta sobre un taburete fue arte dadaísta y entonces las estructuras cayeron. Los procesos cobraron importancia, también lo hizo la posibilidad de que todo fuera arte, todas las técnicas y todos los mecanismos. Todo es válido en función del arte y el arte es solo válido en sí mismo.

Fragmentos de Cielo es una propuesta sin etiqueta de lo que el arte puede ser. Es el reflejo de la libertad conseguida en un siglo de vanguardias, neo vanguardias, transvanguardias y después algunas rupturas más.

La búsqueda en el campo del arte, es el halago más alto, es la aceptación de que todavía hay más, de que hay nuevas rutas, nuevas excusas y estrategias. Fragmentos de Cielo es una posibilidad de todo lo que el arte puede ser.

Julio 2012, Mariel Breuer.

lunes, 19 de noviembre de 2012

SILLACAY/ muestra individual 2011/ centro cultural recoleta/ ciudad de Buenos Aires.

armando la sillacay/ tríptico/ impresión digital,cartón, y lápiz/ 2011

desfile de modelos/ acrílico sobre multilaminado fenólico/ 2010.

mestallalacabeza/ políptico/ tñecnica mixta/ 2011.

visión parcial de la sala 9, Centro Cultural Recoleta.

tamañobaño/ impresión digital, vinilo de corte/ 2011

así y asá/ acrílico sobre multilaminado fenólico/ 2011

SILLACAY, Guillermo Llacay en el Centro cultural Recoleta, 2011.

En 1965, Joseph Kosuth nos puso frente a “Una y tres sillas” y nos dijo que eso era arte, arte conceptual. Arte para museos: se mira y no se toca. Pero antes, en la década del 30, Marcel Breuer diseñó la silla Wassily y aunque no dijo que era una obra de arte, tiene su lugar a solo un piso de distancia de la obra conceptual (e indescifrable para muchos) de Kosuth. Ambas en el MoMA de Nueva York.

La silla es ícono, es símbolo, es el limbo donde arte, arquitectura y diseño son una misma materia. Y también es donde estudiamos, comemos, pintamos, leemos, trabajamos… la lista es interminable.

En cualquier casa, de rancho a palacio hay sillas, en cualquier escuela o universidad, hay sillas. Nadie crece si saber lo que es una “silla”. ¿No será demasiado decir para solo 4 patas, un asiento y un respaldo?

A Guillermo Llacay le pareció que no, que siempre hay algo más que decir, que no necesitamos hablar de materiales exquisitos ni diseños sofisticados para hablar de la estimadísima silla.

Llacay juega con el objeto-silla. Porque conoce sus infinitas connotaciones, elige trazar caminos nuevos. Como artista, la copia, la reproduce, la estampa. Construye mundos que se sostienen –casualmente- en torno a su silla, en planos con austeras referencias de tiempo y espacio, provoca en nosotros, algún recuerdo, alguna emoción. Su silla está vacía, ese lugar nos espera y el deseo de ser parte de la escena crece en el espectador.

Pero no conforme con la re-presentación, Guillermo Llacay da un paso más en esta ocasión, ya no solo desde el análisis sino desde el procedimiento. Reconstruye la silla que tantas veces dibujó. Vuelve al objeto. Cómo arquitecto analiza su conformación, su construcción, sus medidas, la dibuja una y otra vez, a mano alzada, en Auto Cad. La arma y desarma. De la silla venimos y a la silla vamos. Animarse a hacer lo que ya conoce es aún más difícil. Es conocer las debilidades y así y todo tener el coraje de volver sobre ellas. Es conocer la materia prima y ponerse en contacto con ella. Es devolver el status popular a lo divinizado. La SILLACAY es siglo XXI, se mira y se toca.

Mariel Breuer, Mayo de 2011.

NATURA / muestra colectiva 2011/ elsi del río arte contemporáneo/ Ciudad de BUenos Aires.

Pocas horas libres bastan para que los humanos corramos a reunirnos con la naturaleza, con natura, ese universo físico que no incluye objetos de invención humana. Muchos - en plan masivamente gozoso - se desploman bajo el sol, sin más propósito que "tomarlo". Muy pocos, con rigor científico, como el naturalista Berlinés Alejandro de Humboldt, recorren leguas y kilómetros para narrarla con la mayor fidelidad posible.

Mientras que Di Pietro, Guallar y Llacay, lo hacen en plan re-constructivo. Los tres artistas, cada uno a su manera, reconstruyen su vínculo conector con natura.

Patricia Di Pietro, recorre en la serie "Naturaleza Madre" el camino inverso de la "naturaleza muerta" (esos objetos inanimados arrancados de su contexto natural). Parte de formas del reino vegetal, muertas hace tiempo en las páginas de un libro viejo, para construir una metáfora sobre la vida, la reproducción, la sexualidad femenina, el hijo que nace.

María Guallar, recrea - en una acromática proliferación rítmica - las luces y sombras de una floración obsesiva y barroca, que desborda e invade el espacio, cuestionando que fue primero: ¿la esfera compacta de flores que estalló caótica o las miles de flores en busca de una unidad? Quizás sean las agujas realizadas en madera lo que intenta unir, artificialmente, lo que la naturaleza ha decidido liberar.

Guillermo Llacay, acude a un objeto "no natural", la silla, para volver a dar memoria a un estado natural de recuerdos e imágenes. No se trata ya de describir el entorno, sino lo que se recuerda de él, y de sus elementos preexistentes.

Natura conecta, en un espacio cultural, los esbozos que tres artistas contemporáneos realizan sobre lo natural. Que esta recreación se realice en la calle Humboldt es mera coincidencia.

sillas 2010 / 2011

coqueta/acrílico sobre vinilo/42x42 cm/2010
pena de amor/técnica mixta/42x42cm/2010
desplazamientos/acrílico sobre tela/42x42cm/2010
dudas de mediodía/técnica mixta/42x42cm/2010
efervescente/acrílico sobre madera/42x42cm/2010
vereda/técnica mixta/32x32cm/2010
tomás descansa/técnicamixta/42x42cm¨/2010

bicentenario/ técnica mixta/ 2010
sillas y letras/ acrílico sobre tela/ 2011
regreso del pop/ técnica mixta/ 2011.
tomás no mira el partido/ técnica mixta/ 2011